sábado

EMILIO JOSE/UN DIA UN AMIGO


Me lo encontré
perdido en su monólogo interior,
en un café
lo saludé
y me tendió su mano sin calor,
le pregunté “cómo estás”
la vida es un infierno sin amor.
No te puedes siquiera imaginar
lo que estando con ella conocí,
no podrás aunque quieras comprender
lo que al perderla a ella yo perdí...
no me digas que hay otras, no es verdad,
para mí sólo hay una y no está aquí,
no me digas que ya me pasará
si no vuelve he dejado de existir.
Y lo escuché
como si fuera yo su confesor,
y no acerté
a pintarle de verde el corazón,
le quise hablar
seguro estoy de que no me escuchó,
y comprendí
que seguiría atrapado en su dolor.
No te puedes siquiera imaginar
lo que estando a su lado yo viví,
no podrás aunque quieras comprender
que lo he tenido todo y lo perdí...
no me digas que hay otras, por favor,
para mí sólo hay una y no está aquí,
no me digas que espere mi reloj
hace tiempo ha dejado de latir...
No te puedes siquiera imaginar
lo que estando con ella conocí,
no podrás aunque quieras comprender
lo que al perderla a ella yo perdí...
no me digas que hay otras, no es verdad,
para mí sólo hay una y no está aquí,
no me digas que ya me pasará
si no vuelve he dejado de existir...
No te puedes siquiera imaginar
lo que estando a su lado yo viví...

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